Ya es día 15 de Abril y tal como nos prometimos, ¡nos vamos de ruta! Es un poco precipitado, tal vez hubiéramos necesitado un par de días más para prepararlo todo. Pero necesitábamos salir ya y empezar a creernos que vamos a ver medio mundo.
Desde primera hora de la mañana estábamos terminando de empaquetar cosas y cargándolas en el coche sobre la marcha. Un verdadero caos logístico. Tenia que entrar todo. No sabemos cómo pero lo conseguimos, aunque Meko iba compartiendo asiento con dos maletas. Llevamos exceso de equipaje…
Eran las 15:00 y aun no habíamos salido de Málaga, pero por fin abandonamos nuestro piso de alquiler. Javi todavía necesitaba hacer algunas gestiones y nos quedaba despedirnos de algunas personas más. Finalmente tomamos la autovía dirección Madrid a las 18:00. Ya sabíamos que no íbamos a llegar temprano precisamente. Así es como empezó nuestro viaje.
Estábamos nerviosos. Pocos días antes el coche estaba dando problemas, le acabábamos de cambiar muchas piezas a la vez y aun faltaba terminar de afinarlo. A menos de 100km de casa, apareció un olor a metal caliente, de esos que hacen saltar todas nuestras alarmas. ¡Que no cunda el pánico! En la primera salida, nos desviamos y la primera reacción fue levantar el capó. Ahí todo estaba bien, ni olores ni ruidos raros. El olor venía de los frenos traseros, recién cambiados y aún asentándose en su nueva posición. Poco a poco se fue diluyendo el olor y empezaron a hacer un leve chirrido que desapareció para siempre al cabo de unos 200km.
Durante el recorrido, Meko estaba relajado, solo necesitaba beber constantemente para refrescarse y de vez en cuando parábamos para estirar las patas. Después de conducir cerca de 7 horas habíamos llegado a Madrid centro. Eran las 1 de la mañana y estábamos perdidos, es Semana Santa y no hay ni un alma en la calle a la que preguntar.
Queríamos ser unos auténticos aventureros y habíamos decidido salir de casa sin GPS. Es demasiado tarde y nos están esperando. Esa noche, el plan era pasarla en casa de otra pareja aventurera, Javier y Diana. Nos daba vergüenza llamar y tal vez despertarlos para que nos ayudaran a encontrar su piso. Finalmente tras una hora y media dando vueltas en círculos por Madrid, los localizamos.
Aunque el trayecto se hizo mas largo de lo previsto y a pesar de la hora que era, las 2 y pico de la madrugada, la pareja de Desde la moto nos acogió a su casa con los brazos abiertos. Ya era muy tarde, estábamos ansiosos por conocernos, compartir opiniones y experiencias, así que nos quedamos despiertos un rato.
Estábamos agotados y Javi se estaba arrepintiendo del momento que dijo: yo conduzco todo el camino, Málaga – Madrid es un “clásico”. Por fin descansar, llevábamos unos días agotados con los preparativos, la mudanza y los 600km que arrastrábamos a nuestras espaldas.
Next Stop: Madrid
Me encanta Málaga, es de los mejores lugares de Andalucía si duda.