Justo tras despedirnos de Diana y Javi, emprendimos rumbo a Barcelona a casa de nuestro amigo Maxime. Esta vez decidimos usar un GPS gratis bastante malo. Devorábamos kilómetro tras kilómetro persiguiendo toros de Osborne. íbamos en camino de La Rambla.
Cuando nos quisimos dar cuenta estábamos saliendo de la provincia de Guadalajara. Con la Semana Santa las carreteras están desiertas. Viajar con nuestro perro es muy entretenido y siempre es una excusa para parar a estirar las piernas. También para re aprovisionarnos, Meko bebe muchísima agua cuando viaja y también es un comilón.
Decidimos hacer un alto en el camino en una estación de servicio cerca de Alfajarin. Meko aprovecho para ir a explorar los alrededores y como no, marcar el terreno.
Allí conocimos a un chico polaco que viajaba hacia Barcelona haciendo auto-stop. No podíamos llevarlo, íbamos demasiado cargados. Comimos bajo la sombra y “rotulamos” (con pintalabios) el coche con nuestra web.
Empezó a anochecer, la carretera no parecía acabarse y atravesamos todo el semi desierto de Aragón.
La carretera parecía no tener fin, cuando al horizonte vimos el mar, acabábamos de llegar a la ciudad condal. El GPS nos llevaba directos, de repente nos pidió que girásemos a la izquierda, le hicimos caso. Una muchedumbre nos rodeaba, nuestro amigo vivía en pleno centro, en una bocacalle peatonal de la Rambla. Intentamos pasar lo mas desapercibidos posible en una calle con el tráfico reservado solo a residentes. ¡¡Por fin en Barcelona!!
Anterior: 2 días en Madrid
Next Stop: Barcelona
que pasa man. ??? no haz llegado a Tailandia todavía??
un saludo. trotamundos!!!
No boludo aun no, estamos sobrevolando Piriápolis!