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Perromochilero frontera grecia

12ª Etapa: Sarande – Salonica (Thessaloniki) “El arte de acampar en un parking”

Para salir de Albania, no fue del todo fácil podemos decir que fue toda una aventura. Recordamos que nos encontramos entre Vlöre y Sarande con un puerto de montaña, el Monte Çika y quien dice puerto de montaña… dice cabras!

carretera albania
Ovejas en la carretera de Albania…

Las carreteras seguían siendo igual de malas así que decidimos por lo menos coger una carretera bonita, por la que llevaba al parque Nacional de Butrint. Mala suerte, la carretera estaba cortada y teníamos que poner a nuestro coche en lo que ellos llamaban un ferry: unas tablas de maderas unidas entre ellas y atadas a este cable…. Ellos mismos nos recomendaron cambiar de camino.

Ferry parque nacional Butrint Albania
El Ferry que nos encontramos para pasar al parque nacional Butrint. Mejor damos media vuelta

Por fin, pasamos la frontera con Grecia sin ningún problema, los 3 juntos como siempre. Era como volver a la civilización. Nada más pasar la frontera, nos encontramos con una playita desierta o casi así que decidimos echar un rato y bañarnos, sobre todo Meko. Y finalmente, llegamos a Thessaloniki, casi de noche. ¿Dónde dormir? ¿Dónde montar la tienda?

Tras dar varias vueltas por la ciudad, pasear por la zona de marcha con sus bares frente al mar, decidimos que la mejor opción era dormir un parking privado detrás de una sala de juego, un bingo, un poco alejado del centro, escondidos por un barco privado en el aparcamiento. Teníamos que hacer tiempo, no podíamos montar la tienda en un parking siendo de día todavía… Así que decidimos volver a darnos una vuelta por la ciudad de Thessaloniki. No teníamos internet y no era nada fácil ubicarse con el nombre de las calles. Como decía Javi, las letras eran más bien símbolos de botones de playstation. Pero ¡Milagro! Conseguimos encontrar el coche a la vuelta.

El barrio era tranquilo y olía a primavera, los árboles estaban en flores, la gente estaba disfrutando del buen tiempo charlando en las terrazas de los bares hasta tarde. Yo me moría por probar uno de los dulces de las panaderías griegas que tenían pinta de ser igual de buenas que las de Francia pero la realidad era que estaban cerradas y el mismo día habíamos comprado parmesano y orégano, por fin algo que echarle a nuestros espaguetis con tomate, la dieta del principio del viaje.

Nada mejor que un trabajo en equipo, de vuelta al campamento, Lauranne se puso a cocinar y Javi a montar la tienda. La luz del bloque de al lado encendiéndose a cada movimiento nos delató y, de repente, vimos aparecer un coche con dentro, un hombre gritándonos algo incomprensible y dándonos con las largas. Entendimos difícilmente que era el propietario del barco y que evidentemente estaba preocupado. Tras charlar un rato, la situación se relajó, nos dejo quedarnos con la condición de desaparecer temprano, para no causar problemas y sobre todo preguntas en el vecindario.

Acampar en una ciudad, NO es buena idea... La noche fue corta y al despertarnos, nos dimos cuenta de que el suelo estaba lleno de jeringuillas, dormimos en el sitio equivocado pero por suerte, no hubo accidente. Disfrutamos a la mañana siguiente de un desayuno frente al puerto mirando la gente jugar al tenis.  Ya era hora de explorar un poco Thessaloniki y sobre todo de encontrar internet.

Paseo maritimo thessaloniki
El paseo maritimo de Thessaloniki

Un paseo marítimo enorme, unos bares colosales, unas plazas llenas de vida, mercados y como siempre…nuestro querido perro atraído por el mar. Qué cambió en comparación con Albania, su vecina. Nos metimos por los callejones, llenos de vida también, para poder imprimir de nuevo la carta verde del coche, documento necesario para seguir nuestro viaje y válido en nuestro caso hasta Irán. A la tarde, por fin encontramos internet y nos pusimos en contacto con Thanasis, un estudiante de la ciudad. Nos reunimos con sus amigos en un parque en compañía de muchos otros estudiantes. Todos los jóvenes de la ciudad se habían reunido en ese mismo parque para hacer botellón.

Parque con nuestro couchsurfer en Thessaloniki
Con los amigos de Thanasis en un parque de Thessaloniki

Disfrutamos del atardecer, Meko estaba muy feliz, rodeado de nuevos amigos y con una pelota regalo de Thanasis que llegó hasta Tailandia.

Nuestro anfitrión tenia un plan bien preparado para nosotros, una noche de marcha con los universitarios de la ciudad. Empezamos a probar bebidas locales como el Ouzo en un parque juntos a otros cien jóvenes, seguimos la noche comprando trozos de pizza a un euro y yendo a comprar cervezas y finalmente, terminamos en una rave organizada por la universidad. Aún no tenemos claro si es por el cansancio o por la edad pero volvimos a las 5.00 de la madrugada, muertos.

Eran la 13.00 del día siguiente y nos acabábamos de levantar, fue la primera vez durante el viaje que nos levantábamos tan tarde. Tras la noche anterior, nadie tenía ganas de cocinar. Junto a Thanasis fuimos a comer a dónde van los estudiantes, en la calle frente al Arco de Galerio, en Dim. Gounari.

Arco de Galerio Thessaloniki Grecia
El Arco de Galerio

Repletos y por muy barato, Thanasis nos presentó a otros amigos suyos alrededor de uno de los típicos Fredd café, carísimos en comparación con la comida.

Cafes griegos
Cafés Fredd Helados…

Al anochecer, conocimos a otro amigo más que nos invitó a dar un paseo en coche por el centro histórico de noche. Allí dejamos el coche y nos llevaron a un sitio espectacular, con vistas a la ciudad entera. No estábamos solos, muchos jóvenes estaban allí, disfrutando de la buena noche y de la vista.

Vistas de noche Thessaloniki
Vistas nocturnas de la ciudad

Apenas habíamos sacado unas fotos que nuestro anfitrión ya tenía un nuevo plan para nosotros. Íbamos de bares en bares, conociendo a más gente, todos muy simpáticos y muy curiosos por saber más detalles de nuestro viaje pero…nosotros, ya lo teníamos claro, éramos viejos, no podíamos seguirle el ritmo.

Un trozo de pizza más, el último compartido con Thanasis a pesar de sus varios intentos para que nos quedáramos con más planes para los dias siguientes, por si cambiábamos de idea. Disfrutamos mucho de su compañía, pero al día siguiente, ya era hora de despedirnos.

Thanasis Meko Couchsurfing
Así nos despedimos de Thanasis, nuestro couchsurfer

Descubre nuestra Galería de Thessaloniki sin perder más tiempo!!!

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